Última entrada del año y siempre es la más dura, es cerrar una etapa y abrir nuevas fronteras. Ha sido una locura de año, cargada de momentos increíbles y sobre todo de personas mágicas que han hecho cada día más mágico.
Pero empecemos desde el principio, después de unas campanadas distintas donde dejé las uvas de lado y preferí tomarme aceitunas negras, a pesar de que todo el mundo me dijera que eso me daría mala suerte, me deje llevar y no me arrepiento. Justo con la última campanada y aun saboreando las aceitunas, me propuse cambiar y hacer lo que de verdad me apetecía, aunque me muriera de miedo, era hora de remontar el vuelo y ser fuerte. Un futuro incierto se presentaba ante mí y me lance, lo que nunca espere es que todo fuera tan especial.
Los meses fueron pasando a velocidad de vértigo, no sé en qué momento sucedieron tantas cosas, pero decidí empezar, hacer colaboraciones y reseñas por mi cuenta, siempre pensé que nadie se fijaría en mí, pero el cariño que he recibido ha sido impresionante. No voy a hablar de libros, aunque ha sido lo que ha envuelto mi año, para eso ya tengo pesado un blog más especial. Me quiero quedar con el cariño de cada persona que sin conocerme apenas confió en mí, pasasteis de ser autores detrás de una novela a ser una gran familia. Unos tan lejos y otros tan cerca, pero gente preciosa, con la que poder compartir, conversar y hasta soñar.
Y es que han pasado muchas personas en este año por mi vida, unas de pasada, otras con prisas, otras con ganas de quedarse, otras con fecha de caducidad… En fin, una larga lista, me quedó con los que repetís, los que os apuntáis a mis locuras y sé que marcaréis mi 2023.
Pero lo más importante de mí 2022 son personas que brillan con luz propia y han hecho que mi año se ilumine en cada paso, que sin esperar nada me dieron todo y al final encontré mi sitio. Ellos son mi piñita y los quiero demasiado. Erica, es mi hermana, esa que nunca tuve, me entiende con una simple frase, la causante de que me lanzara a escribir, la culpable de muchas de mis locuras y la persona más fuerte que conozco. Sergio es un amor de persona, dulce y tan parecido a mí que asusta, siempre con esa sonrisa que reconforta y otro loquito que se apunta a lo que sea. Roció es quien escucha cada una de mis locuras, quien me empuja cuando no tengo fuerzas, cuando pienso que todo es una locura ella me dice hazlo, aunque se vea implicada jaja. Sin duda mi año lleva sus nombres escritos en grande, los quiero muchísimo, ha sido un año cargado de risas, locuras, momentos especiales y otros nada fáciles, pero ellos siempre han estado al pie del cañón, GRACIAS.
Hay mucha gente especial que ha pasado en este año y sobre todo en el mes de diciembre jajaja está siendo una locura y de una intensidad que asusta, yo sabía que será un final de año movido, pero no tanto. A estas últimas personitas que habéis entrado en mi vida arrasando, gracias de corazón.
Todo no ha sido bueno, hay personas que ya no están en mi vida, ni lo estarán, viajes que se acaban y toca pasar página, gente que vinieron y se fueron. A todos ellos os deseo lo mejor, lo más lejos posible de mí, he aprendido a cerrar puertas con llave. No merece la pena estancarse con personas que no son para nosotros, la vida es demasiado bonita como para insistir donde no puede ser.
Por otro lado, he aprendido a disfrutar de los pequeños detalles de la vida, de quien tengo cerca y valorar esos momentos que no volverán. A sentir la vida con más intensidad (como yo tengo poca jaja), a sonreír y seguir volando lo más alto posible. Han pasado muchas cosas bonitas a mi alrededor, de gente que quiero y ha sido un placer poder ver plasmados todos esos sueños y los que quedan por venir.
Nuevos proyectos se vienen para el nuevo año, con más miedo que el anterior me lanzo, locuras llenas de ilusión y ganas, sin rumbo, pero pisando fuerte. Solo pido que sea tan bonito como este, lleno de gente increíble, locos que os sumáis a las locuras, nuevas personas que descubrir y sobre todo seguir cuidando de los que ya estáis, no os libráis de mi tan fácil jaja.
Adiós 2022, gracias por tanto en tan poco tiempo, por dejar una huella preciosa en mi vida, por cambiarme para mejor y dar valor a mis sueños. Gracias a todos los que estáis y a los que acabáis de llegar, gracias por un año precioso. Vamos a por el 2023 pisando fuerte, con energías y a disfrutar más si cabe, que tengáis una bonita salida y entrada de año, nos leemos pronto. Nunca dejéis de soñar, besitos dulces.

Una entrada preciosa para una persona más bonita aún que no merece menos sino lo contrario. Muchísimo más. Feliz salida y entrada al nuevo año y que tus sueños se cumplan colmándote con ellos de felicidad. Te quiero mi bobita.
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