
Hoy os traigo a un autor con el que he colaborado en varias ocasiones, desde el principio me lo puso todo muy fácil y sus novelas me atraparon. Él como persona es un encanto y por suerte he podido conocerle un poquito mejor, tenía claro que no podía faltar aquí en nuestro rinconcito. Nos hablará sobre una de sus novelas, pero como bien nos cuenta en la entrevista, tiene unas cuantas más y también poemarios, los cuales os recomiendo.
Cuéntanos un poquito, ¿quién es Carlos?
Bueno, estudié Filología y Traducción, viví en Inglaterra y Francia… Yo creo que todos somos una amalgama de muchos aspectos; en mi caso, yo me definiría como profesor, traductor, amigo, padre y, cómo no, escritor.
¿Alma de bohemio y revolucionario? Un poco de ambas. Una persona con necesidad catártica, sin duda. Miembro del colectivo de literatura independiente Letras&Poesía. Autor de los poemarios Trazas de vida, Tú, yo y el mundo y Realismos de Luna Sucia, del cuento infantil de temática LGTBI ¡Me encanta mi familia! y de la novela La memoria de las margaritas.
¿Recuerdas cuál fue el primer libro que te impactó y por qué?, ¿Quién es tu escritor favorito?
No tengo escritor favorito, realmente, pero el primer libro que recuerdo por varios motivos son los poemas de Emily Dickinson; por formato, uso de ciertos signos de puntuación en su escritura que en su día me resultaron muy significativos y, a pesar de la repetición de temas en algunos de sus versos, por su esencia y energía. Logró que visualizara como lector y posteriormente como autor una forma de comunicación potente de sus angustias más obsesivas y primarias, una manifestación sincera (en la medida de lo posible, como cualquier obra cuidada y meditada) de su contenido.
Ahondar en la psique humana es una tarea difícil y dura, pero necesaria. Básicamente, para crecer y avanzar, en todos los sentidos de estas palabras. Estimo que todos somos una evolución constante, nunca rígida. El ser humano es cambio en esencia. Veo la escritura casi como un proceso psicoanalítico, de búsqueda del yo, de autoanálisis. No la concibo de otro modo.
¿A la hora de leer tienes algún género favorito?
Lo que más me gusta leer es narrativa y prosa poética contemporánea.
¿Cómo nació tu amor por la escritura?
Recuerdo escribir desde que tengo uso de razón. Básicamente, desde la adolescencia. Para mí fue un desahogo, un imperativo para verbalizar y plasmar en el papel realidades que no podían haberse dicho en ese momento de otra manera; era la única vía posible en aquellos tiempos de conectar con un yo de inseguridades y miedos, con un ser que tenía fuerza interior pero que no daba con la vía o canal de proyectarla. Las letras me salvaron, por decirlo de alguna manera, aunque suene dramático, pero me ayudaron a sacar el pus de las heridas. En el fondo, como a muchos escritores, imagino.
– ¿Conservas alguno de aquellos escritos?
Guardé todos los manuscritos en papel y en ordenador. De hecho, mi primer poemario, Trazas de vida, recogió los mismos. Fue una tarea inmensa de corregir, pulir, matizar y, sobre todo, de ordenar y darles coherencia interna en capítulos, como obra compacta, pues en un inicio fueron concebidos como piezas inconexas.
Háblanos de tu novela “La memoria de las margaritas”.
La verdad es que aborda y traza pinceladas de muchos temas: historia, memoria, dictadura, feminismo, violencia…
La protagonista es una como tantas de España: sencilla, común, corriente…
La suya es una vida relegada a las tareas sencillas, a los quehaceres simples, a lo cotidiano, a lo monótono, a todas esas cosas del día a día, pero que oculta un trasfondo oscuro, tóxico.
Y en medio de la historia como hilo conductor: el recuerdo y la memoria (individual y colectiva). Y las flores… que sirven como metáfora para entender muchos matices de la trama.
Frágil, según algunos, pero realmente no hay nada más temible y aterrador que aquello que parece débil e inofensivo, pues es eso lo que el hombre no puede controlar.
En el libro utilizo la metáfora del polvo para hablar del recuerdo, así abre la historia. Se presenta como un enemigo del que hay que cuidarse, como un monstruo, pues nos controla aleatoriamente y rige nuestra vida en el presente.
Un enemigo que doblega nuestra voluntad obligándolos a trasladarse a otras épocas y momentos oscuros, que nos obliga a confrontar.
Un predador a la espera de una presa. Sabe cuál es su momento, y espera.
Es una batalla perdida, el recuerdo siempre vence. Pero, como toque de esperanza, se plantea esa lucha desde el optimismo y la resiliencia de la protagonista que, aunque no sale ilesa o indemne, sobrevive y sigue adelante.
¿Hasta qué punto podemos ver de ti en tu novela?, ¿en qué te basaste para crear la historia?
Para escribir un relato, en mi caso, el que sea, debo formar parte de él, de alguna manera. Debo contar verdades y trato que sea con coraje.
Desde luego es un proceso que duele, te das cuenta de lo que cuesta abrir —o cerrar— cicatrices, de lo duro que es hurgar en lo que ya ha pasado, pero dibuja irremediablemente el presente. Esto es lo que implica remover recuerdos.
Debes pasearte por rincones secretos, por páginas que aún no fueron escritas. De repente, te ves en la búsqueda de panoramas nuevos, de paisajes todavía no recorridos —al menos, no de manera consciente—. En medio de esos horizontes, te encuentras, más o menos, de la forma más digna posible, sumergido en un mar de palabras sin dueño.
¿Cuál fue el personaje más difícil de crear y al que más cariño tienes? Hablemos de los personajes, ¿te basas en características de personas cercanas?
La protagonista, Ella. Yo creo que hay dos razones fundamentales para escribir esta trama, de ahí el cariño que me provoca. Por un lado, ir más allá de la ficción: presentar un relato lo más real y fiel posible sobre la historia y el bagaje vital de una mujer. Por otro lado (quizás es justo eso lo que hay de mí en la historia), el deseo feminista de apreciar, valorar, reconocer y poner en valor a la mujer, a la madre. Y, me basé en la figura de la mía para llevarlo a cabo. Hacer un homenaje a tantas que nos han precedido desde el anonimato. Esas a las que no se les ha permitido tener voz, con todo lo que esta ausencia implica. Esas que deben afrontar el reto de sobrevivir a sus propias sombras, asumir su recorrido y abrazarlo hasta que se fusione con su presente y su futuro.
¿Planificaste la historia o te dejaste llevar según la escribías?
Planifiqué con sumo cuidado todos los capítulos. Quería que comenzara por un hecho especial de la trama en 2019, realizar un flashback al inicio retrospectivo de la historia y así avanzar hasta el mismo punto de partida, para dar una estructura cerrada y cohesiva. Nada fue casual ni improvisado. De hecho, planteé cada parte como una especie de relato corto que tuviera un nexo, un hilo conductor, pero con vida propia y casi independiente.
– Se nota que todo está muy cuidado y hace que te atrape con más facilidad.
¿Haces tú todo el proceso de la novela?, ¿qué es lo que más complicado te resulta?
Desde hace un tiempo, me encargo absolutamente de todo. Una vez terminado el manuscrito, lo corrijo concienzudamente y pido ayuda a colegas por si, al ser mi propio texto, se me pudiera haber escapado algo. Cuantos más ojos participen de este proceso, más pulido queda. Pasada esa fase, vamos con la parte de maquetación y edición. Finalmente, me meto de lleno con todos los trámites legales y formales para la plataforma de Amazon (a través de la cual publico mis obras), creación de la web del libro, enlaces universales para los diferentes mercados, códigos QR de los mismos… Creo firmemente en la autoedición como el mejor modelo editorial, el más factible en todos los aspectos y el más actual.
– Al final eres dueño de todo el proceso, te puedes marcar tus ritmos y siempre saldrá como tú quieras, aunque se lleva mucho trabajo.
¿Qué es lo mejor que te ha pasado en tu andadura literaria y lo peor que has vivido en el camino de darte a conocer a los lectores?
Lo mejor, todos los amigos de letras y libros que me llevo del camino, las sinergias creadas con ellos. De hecho, algunos nos hemos prologado libros mutuamente, hecho recitales conjuntos… Es un regalo que la vida ponga en mitad de tus pasos gente afín a ti, en todos los sentidos.
Lo peor, la experiencia con editoriales supuestamente tradicionales. Las condiciones que ofrecen, las mentiras para engatusarte y “llevarte al huerto”, las pseudo editoriales que mediante la coedición llevan al autor a prácticas abusivas…
– Toca quedarse con lo bueno y con la gente bonita que nos vamos encontrando en este mundo de letras. Yo he tenido el placer de poderte conocer un poquito más y sobre todo tus novelas, las cuales me han encantado y llegado al alma.
Y por último, ¿en qué nuevos proyectos estás?
Ahora mismo, en uno muy concreto pero muy ilusionante: https://publicaconnosotros.com/
Se trata de una pequeña empresa de servicios editoriales. Tenía muchísimas ganas de aplicar todo lo que he ido aprendiendo y ayudar a otros a llevar a cabo sus sueños literarios de manera rápida, sencilla y económica, pues estaba tremendamente cansado del mercado actual, con multitud de timos y falsas esperanzas.
Llevamos ya dos proyectos finalizados y el feedback de sendos autores ha sido increíble. Eso da mucha fuerza para seguir creciendo y esforzándose.
– ¿ Y estas escribiendo algo nuevo?
Ahora mismo me considero en “época de barbecho”. La novela fue un arduo trabajo; en este momento toca frenar, reposar y reponer nutrientes hasta poder sembrar algo nuevo. Tengo en mente una colección de relatos urbanos, pero ya veremos si llega a cobrar forma.
– Muchísimas gracias por contarnos cositas de tu novela y dejarnos conocerte mejor, te deseo muchísimos éxitos en tus proyectos y aquí siempre tendrás tu espacio para cuando lo necesites.
Os dejo el enlace a sus redes y perfil de Amazon.
Twitter: https://twitter.com/CarlosVeraMC
Instagram: https://www.instagram.com/carlosveramc/
Perfil de las novelas en Amazon: https://www.amazon.es/Carlos-Vera/e/B07RCYF9MF?ref=sr_ntt_srch_lnk_1&qid=1677150721&sr=8-1
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