Wanda Sánchez de los Bosques

Buenas loquit@s, esta semanita os traigo a Wanda. Hace unos meses me hablo para colaborar con sus dos novelas y según vi la portada me enamore y no dude en decir que sí. Lo que nunca imagine es lo que encontraría dentro de ellas y la gran persona que hay detrás. Me he sentido muy identificada con ella, además que es una persona preciosa y llena de energía e ideas locas jaja. Sin duda ha sido una bonita casualidad encontrarla en este camino. Espero que disfrutéis de la entrevista.

Cuéntanos un poquito, ¿quién es Wanda?

Wanda Sánchez De Los Bosques es una referencia. Es el típico vengo de…y voy a… En mi caso, venía de no saber qué hacer con el primer libro ni qué nombre ponerme (Wanda viene de Wanderer=El que busca, el que camina sin rumbo) y hacia dónde quiero ir que sería hacia la ruptura de un yo pasado y una vuelta a la fantasía, a un yo más natural y con referencias a mi familia. Sánchez es el apellido que más me identifica y el único real.  De Los Bosques es un juego de palabras del apellido familiar y del libro: ”Fenris, el elfo”, que al igual que “La Huésped” (por quien decidí Wanderer) me han marcado mucho a nivel de escritura y de imaginación.

¿Te consideras más lectora o escritora?, ¿en qué te fijas para elegir una nueva lectura? 

Me considero más escritora porque en mi mente siempre creo historias, no importa de qué tipo o temática sean. Las hay de acción, romance, eróticas, dramáticas…

A la hora de elegir una lectura me fijo en mi momento vital. ¿Qué necesito leer? Normalmente la respuesta suele ser libros o mangas, así que según eso me fijo en dos cosas, la primera es: “El manga está escrito por una mujer, ¿Sí o no?” (La narrativa erótica cambia mucho al escribirla personas que socializan como hombre que como mujer) Y en segundo lugar la forma del dibujo. Me importa mucho la estética. Considero que al igual que un poema debe transmitirte algo al alma, un dibujo no puede dejarte indiferente.

– Te entiendo perfectamente, a mí me pasa con las portadas, tiene que tener algo que me llame y no todas me gustan para todos los momentos.

¿Qué te llevo a lanzarte a la escritura?

Necesitaba hablar, pero no sabía si había alguien ahí para escucharme, así que empecé a escribir. Primero con vergüenza, luego con ganas de que llegase a alguien que se sintiera como yo y al final con alegría porque he encontrado a esa persona que me ha dicho que mi libro le ha ayudado.

Muchos años de ser introvertida por el miedo y el bullying me hicieron escribir en poemas cosas que sentía pero que realmente no podía contar.

Y poco a poco le fuimos buscando la parte terapéutica. También, gracias a mi madre que me fomentó mucho la lectura y la imaginación. Yo quería ser como uno de los libros que ella leía. Quiero, y esa puede ser una bonita meta, acompañar en una mesa, en una cocina, en una charla entre madre e hija, simplemente a través de la escritura. Ya sea una charla sobre salud mental, sobre orientación sexo-afectiva o de identidad. Me da igual, pero fomentar que alguien no se sienta fuera.

En definitiva, hacer inmortal la buena época y sacar algo positivo de la mala.

 ¿Quién es tu mayor apoyo en este camino?

Mi madre, mi esposa y mi terapeuta ocupacional, sin ellas no existiría un futuro posible en el que la escritura lo fuera todo. Hay más gente que me motiva a escribir, es cierto, pero no toda “trabaja” mano a mano conmigo de cualquier forma para que yo pueda crear y tener ese futuro a mi alcance.

Háblanos sobre tus novelas “Agradecerte y perdonarme” y “Los días que no perdimos”

Las motivaciones para escribir ambas son bastante similares. Quería que la historia no se olvidase cuando yo muriera. Y, como se puede leer en el segundo, es un tema recurrente. El miedo a olvidar, el miedo a no ser…

La primera novela es mucho más inocente, más de caramelo y mundo de chicle, pero en la segunda, el chicle se rompe y toca morder el caramelo y tragarlo. La verdad es que la segunda novela es tan dura para mí que hay a personas de mi círculo que les he dicho que la lean con cuidado, por si acaso…muerde.

Son dos novelas diferentes, pero llenas de sentimientos, ¿fue difícil abrirte y dejar que te conocieran tanto?, ¿sentiste miedo?

Sentí miedo con la primera porque no quería que se asociase a mi persona un libro sáfico, en aquel entonces yo estaba muy asustada por la situación de los derechos lgbt+ en el país y no parecía un buen momento para sacar la bandera a la ligera, por ello decidí que quería hacerlo, pero con un seudónimo que significase algo más allá de mi ser.

Abrirme en un escrito no es difícil, lo difícil es aceptar que ese escrito hay personas que lo usarán en mi propia contra, pero sé que hay gente que los usa para ayudarme, y eso me pesa mucho más en la balanza.

– Por desgracia sigue existiendo gente que les gusta dañar y cuando te abres tanto te expones, para mí eres muy valiente.

¿Cuál fue el momento más complicado de escribir?, ¿en algún momento cambiaste alguna parte?

Creo que el segundo libro fue el momento más complicado de escribir, entero. No cambio nada cuando escribo, pero recuerdo ese tiempo, me sentaba a escribir, me ponía música y lloraba. Lloraba por lo que estaba escribiendo y por todo lo que significaba escribirlo.

– Coincido contigo con que es el más duro y con el que pude conocerte mejor.

¿Planificaste lo que querías contar o simplemente te dejaste llevar?

Normalmente quiero decir una cosa y me salen 20 mil formas de decirla, así que me centro en el sentimiento y me dejo fluir.

¿Dejaste leer lo que escribías o hasta el final nada?

No suelo buscar correcciones porque hasta éste año sentía que escribía para mi familia y para alguien que me encontrase. Pero éste año sí que estoy haciendo revisiones y corrigiendo bastante más.

– Sueña en grande que nunca se sabe hasta dónde podemos llegar.

¿Cómo surgió la idea de las portadas?

Las portadas ambas fueron cosa de Juana, de la Editorial de Autoedición Ringo Rango. Me dijo que la portada de la novela debía ser algo suave, sutil, como lo era lo que venía dentro, y por supuesto, con la cara de una mujer.

La segunda me dio a elegir entre tres, dudé entre los girasoles o un reloj de arena, pero quería recordar también la parte buena así que los girasoles moviéndose hacia el sol y perdiéndose me gustó mucho más.

¿Siempre tuviste claro publicar con editorial?, ¿es difícil llegar a los lectores?

Mi objetivo a largo plazo es llegar a una editorial chula, donde ellos encuentren a los lectores y los lectores encuentren mis obras, donde yo sea una sombra que se dedica a pensar y escribir. Aunque para eso aún queda bastante.

– Por suerte tenemos las redes sociales donde se puede llegar un poquito más lejos, pero no desistas en el camino.

Y por último, ¿estás escribiendo algo nuevo? 

Sí, estoy escribiendo la primera parte de una saga de novelas de fantasía y un poemario.

– Uisss ya tengo ganitas de seguir leyéndote. Mil gracias por dejarme conocerte un poquito mejor y por dejarme leerte, aquí siempre tendrás tu sitio, te espero con las próximas novelas.

Os dejo el enlace a sus redes sociales y venta de sus novelas.

Instagram: https://www.instagram.com/wanda_y_sus_libros/

Wattpad: https://www.wattpad.com/user/Wanda_y_sus_libros

Amazon: https://www.amazon.es/s?i=digital-text&rh=p_27%3AWanda+S%C3%A1nchez+de+los+Bosques&s=relevancerank&text=Wanda+S%C3%A1nchez+de+los+Bosques&ref=dp_byline_sr_ebooks_1

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